Siglo XVI, piratas, el Caribe… ¿alguien sabe qué hacía el temido sir Francis Drake mientras contaba el oro del último botín?
Pues saborear un “Draquecito”, uno de esos que inventó su mano derecha, Richard Drake para refrescarle la boca y el ánimo tras los marítimos asaltos y escaramuzas para hacerse con el oro español.
Y si saltamos cuatro siglos y
seguimos en el Caribe encontraremos a
Hemingway en la Bodeguita del Medio… con
un descendiente directo del Draquecito entre las manos, el Mojito, que ahora ya en el siglo
XXI sigue refrescando bocas y ánimos.
Bueno, no vengo a dejar una más de las innumerables recetas
de mojito que giran y giran, como el mundo, por
publicaciones de lo más variadas, aunque después de darme unos buenos
paseos por ellas, creo que probaría unas cuantas. Vengo a empujaros a la
cocina, y a que encendáis el fuego, aunque si aún hace calor para darle al
fuego podéis dejarlo para el mes próximo o para el otoño, o el invierno, o
cuando queráis, estoy segura de que siempre os apetecerá tener… ¡mermelada de Mojito!, porque una vez
que se prueba, incluso los menos mermeladeros, no pueden resistirse a ella.
Ingredientes
Ingredientes
2 limas bien lavadas
175 ml de agua
175 ml de gaseosa, Sprite, 7Up o sifón
50 g de ron añejo
400 ml de agua mineral o filtrada
1 cucharadas de hierbabuena picada
600 g de azúcar blanco
Preparación
Exprimimos las tres limas y ponemos el zumo en una cazuela
de fondo grueso, agregamos las cáscaras de las limas troceadas (podemos picarlas con el cuchillo o con unos
golpes de picadora, que queden trocitos como de medio centrímetro) . Añadimos
el resto de los ingredientes y llevamos a ebullición, dejando cocer justo en el
punto en el que se mantiene el hervor, destapado, durante 60 a 90 minutos. Mientras,
vamos espumando la mermelada, retirando la espumilla que se va haciendo con
cuidado de no llevarnos la hierbabuena o los trocitos de cáscara de lima. Una
vez que la mermelada ha alcanzado su punto la repartimos en tarritos
esterilizados, cerramos y ponemos boca abajo hasta que estén totalmente fríos.
En Thermomix
Ingredientes
2 limas bien lavadas
170 g de agua
170 g de gaseosa, Sprite, 7Up o sifón
50 g de ron añejo
400 g de agua filtrada
1 cucharadas de hierbabuena picada
600 g de azúcar blanco
Preparación
Ponemos las tres limas en el vaso, llevamos el selector de velocidad a posición
“Vaso cerrado” y damos tres golpes de Turbo.
Incorporamos al vaso el resto de los ingredientes, pero
reservando 200 g del azúcar (echamos 400 g de azúcar) y programamos 30 minutos,
a 100º y velocidad 2.
Recogemos lo que se
ha pegado por las paredes y tapa del vaso y lo devolvemos al líquido junto con
el resto del azúcar. Programamos 30 minutos, 100 º, velocidad 1, sin cubilete.
Volvemos a recoger si se ha salido algo por arriba y
programamos otros 15-30 minutos, Varoma, velocidad 1, sin cubilete.
Con estos tiempos (total de 90 minutos, como máximo) sale
bastante espesa, como una gelatina, sería interesante ajustar los tiempos a
nuestro gusto, controlar cómo queda fría después de la primera hora de cocción (sacando un poco a un pequeño recipiente con un baño maría frío para
hacernos una idea de la densidad que va
ganando nuestra mermelada). A mí me ha quedado bien así, he hecho una segunda mermelada
combinando azúcar blanco con moreno y queda de un color tostado que le otorga
un aire diferente.