jueves, 20 de marzo de 2014

Tallarines con salsa cremosa de espinacas





Se puede comprender que llega la  primavera y apetece más entretenerse por la calle y disfutar del sol que nos espera a la vuelta de la esquina o en la Plaza del Mercado que encerrados en casa con el mocho y los pucheros borboteando. Si es eso lo que te ha pasado y se ha acercado tanto la hora de comer que vuelves a casa corriendo y con la conciencia a punto de desparramarse de tan cargada... no hay que preocuparse, en un santiamén tenemos preparado un plato de pasta completo que hará las delicias de grandes y peques, incluso de aquellos a los que no les “molan” las espinacas y ya no les cuelas el mito de Popeye. En fin, que gusta y rebañan, doy fe.

Es cierto que, con las cantidades indicadas, sobrará salsa pero las he mantenido porque hay quien más que tallarines con cremoso de espinacas prefiere servirse cremoso de espinacas con tallarines (¿por qué me miráis a mí?) así que si es el caso de varios de vuestros comensales igual casi hacéis corto y todo, jejeje. ¡Venga, basta de charla y a la cocina!




Ingredientes:

400 g. de tallarines
150 g. de cebolla picada
2 dientes de ajo
2 cucharadas de aceite de oliva
750 g. de espinacas congeladas (yo empleo las que van sin picar)
25 g. de mantequilla
70 g. de queso muy curado rallado
1 cucharada de mejorana
1/2 l. de nata
Sal
Pimienta negra recién molida
Leche (la suficiente para aclarar a nuestro gusto)




Primero la salsa, porque ha de ser ésta quien espere a la pasta y no al revés.


Sofreímos en una sartén con el aceite de olica la cebolla picada y cuando ya casi esté transparente le añadimos los dos dientes de ajo picados muy menudos. Incorporamos la mantequilla, dejamos derretir y echamos las espinacas, salteando o removiendo unos 10 minutos, hasta que quede, bien rehogadas. Es el momento de añadir la nata, el queso rallado y la cucharada de mejorana; si resulta muy espeso (dependerá del porcentaje de materia grasa de la nata que empleemos) vamos aclarando poco a poco con leche, que iremos añadiendo conforme la salsa vaya hirviendo y espesándose, hasta que alcance el punto de cocción y cremosidad que nos guste. Salpimentamos y reservamos fuera del fuego pero tapado y manteniéndolo caliente.

Hervimos los tallarines en abundante agua con sal el tiempo indicado en el paquete, escurrimos, repartimos inmediatamente en los platos, cubrimos con la salsa y servimos. Sin demora.

Rápido, completo y muy sabroso, que hay que disfrutar de la primavera. Buen provecho.





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